Entre lo cotidiano y lo imprevisto, transcurre la vida en la narrativa de Paloma Pérez. Personajes corrientes y situaciones que se resuelven de manera inesperada, como en la buena ficción donde lo expectante se impone, van y vienen de uno a otro cuento de esta colección. Los días dan vueltas entre las calles de Medellín o Barcelona o cualquier lugar, en casas rutinarias, en situaciones apremiantes o en experiencias que obligan a vivir en los límites o en los bordes. Ahí estaría, también, el sentido de la crónica: en ese tiempo que apresa y condensa la realidad. La enfermedad, el encierro, el cuerpo, la muerte, el amor, el silencio; en fin, la perplejidad y las rupturas, son asumidas por estos personajes que al narrarse a sí mismos o a los otros, hacen que el lector reconozca circunstancias posibles. Sorpresa e incertidumbre se imponen, mientras en lo más profundo hay, más allá de los acertados epígrafes, diálogos con autores y autoras fundamentales, y guiños entretejidos a la música, la ópera, el arte, la poesía, la ficción o la reflexión. En este libro la escritura asume riesgos que, como la vida, están dispuestos a ir más allá de toda cárcel, a ser como el humo, la música o la sombra, que pasan por debajo de las puertas y se extienden.