Es posible detectar que en los últimos años se ha potenciado la manifestación de conflictos que afectan a los miembros de las institucionales escolares. Así, surge un nuevo fenómeno social: la indisciplina, y su máxima expresión, la violencia escolar. Hechos manifiestos de indisciplina grupal en la clase y de violencia -golpes, amenazas, vandalismo- se dan cuando los conflictos, propios de cualquier relación humana, pueden resolverse adecuadamente o cuando la agresión no puede canalizarse de otro modo. Un aula es un sitio donde se enseña y se aprende. Pero no solo se aprenden los contenidos curriculares de las diferentes materias, sino también aquellos vinculados a la posibilidad de integrarse y vivir en sociedad. Así, la gestión de la disciplina es un tema relevante dentro de los componentes del clima escolar que integra las prácticas pedagógicas cotidianas.