La obra sintetiza los principales hitos de la filosofía de la ciencia a medida que aplica la teoría de la evolución a cuestiones epistemológicas, con el convencimiento de que la cognición humana, en todas sus formas, es resultado de una historia de interacciones de un organismo (biológico) y su entorno. El autor demuestra una gran originalidad, especialmente en la exposición de su relativismo evolutivo, una tesis que se encuentra en franca oposición a concepciones bien conocidas como el realismo metafísico, el realismo hipotético y a la idea de los positivistas lógicos de un lenguaje de observación neutral. Este relativismo evolutivo no está expuesto a las críticas generales contra el relativismo tradicional, tal y como queda justificado a través de las excelentes argumentaciones que presenta el autor; por ejemplo: Que de negar la existencia de verdades absolutas no se sigue todo vale y que es un caso de declarar la máxima relativista como una verdad absoluta. El autor demuestra una gran originalidad, especialmente en la exposición de su relativismo evolutivo, una tesis que se encuentra en franca oposición a concepciones bien conocidas como el realismo metafísico, el realismo hipotético y a la idea de los positivistas lógicos de un lenguaje de observación neutral. Este relativismo evolutivo no está expuesto a las críticas generales contra el relativismo tradicional, tal y como queda justificado a través de las excelentes argumentaciones que presenta el autor; por ejemplo: Que de negar la existencia de verdades absolutas no se sigue todo vale y que es un caso de declarar la máxima relativista como una verdad absoluta. petitio princippi declarar la máxima relativista como una verdad absoluta.