La desigualdad ha vuelto a ser objeto central del análisis económico. La afir-mación de Lucas (2004), según la cual la atención a las cuestiones distributivas sería venenosa para la profesión, ya no refleja el sentimiento dominante. El éxito de Stiglitz (2012), Atkinson (2015), Milanovic (2016) y, por supuesto, Piketty (2014), supone dos consideraciones importantes. En primer lugar, el estudio de la desigualdad no solo se ha vuelto una preocupaci...