La figura que del periodista, diplomático y escritor Jesús Zárate Moreno (1915 -1967) se suscribió para la historia, fue la de cuentista. Las facultades que como ávido lector logró decantar en la redacción, estilo y presentación de contenidos periodísticos, la eficacia y prudente distancia con que desarrolló su amplia carrera en la diplomacia colombiana, y la diversidad criteriosa de los géneros literarios en los que incursionó crónica, relato, teatro, novela y ensayo-, parecieron no ser lo suficientemente vistosas para que, durante su vida e incluso después de su muerte, se le reconociese como pensador a todo nivel, acaso como intelectual consumado. Para la historia de la literatura colombiana, el escritor malagueño es una luz incandescente, una que logra iluminar el cielo con el sentimiento tricolor, por ser uno de sus más representativos cuentistas.
Los motivos de esta apreciación, apenas parcial, se pueden leer entre líneas con su propia vida. La decisión de no participar de la política representativa, tras fracasar en su primer y único intento en la elección departamental de Santander para la Cámara de Representantes por el partido liberal, en 1945, hizo de su trabajo diplomático, que inició para el Ministerio de Relaciones Exteriores en 1943, el periplo silente de un ciudadano consagrado a un servicio pacientemente desarrollado en el segundo plano"