Los cuentos navideños siempre nos han emocionado pero hasta ahora venían soportando el lastre de unos valores y tradiciones propios de una socie- dad injusta. Historias que refuerzan el sofocante e intolerable sistema de clases o que legitiman el estereotipo de un feliz y rechoncho patriarca opresor y justifican los abusos a animales salvajes que abundan en la literatura universal.
Ahora, tras sorprendernos con sus divertidísimos y agudos libros...