Aquí se presenta una historia reciente de la dinámica territorial del narcotráfico, de la reacción del Estado para reprimir los cultivos de hoja de coca, de los movimientos sociales contra la fumigación de los mismos y de la creciente demanda de los habitantes de Putumayo por una mayor presencia del Estado. En el fondo está el drama de miles de colonos que han sido desplazados de sus regiones de origen por la pobreza y la violencia; se ven forzados a la aventura incierta en las selvas y a convertirse en un eslabón en la cadena del negocio mundial de las drogas: la pugna de poderes por el negocio los deja en medio del conflicto entre guerrilla y paramilitares, lo que sumado a la política de aspersión de cultivos, termina arrojándolos de nuevo a las crecientes corrientes de desplazados que están formando cordones de miseria en las ciudades.