¿Tiene la constitución colombiana de 1991, un ángel de la guarda? ¿Enfreta ella, la sombra y la nostalgia de una Carta confesional y decimonónica, superada por el pluralismo y la igualdad, con la dignidad humana como núcleo central del Estado Social de Derecho, sostenido y mantenido por la Corte Constitucional? Se ha preferido “enfatizar la parte formativa de los discentes privilegiando la intensidad en ciertos temas a la extensión meramente informática”, de manera profesional y sin vehemencia, en un texto marcado por lustros de enseñanza universitaria.