La obra es un buen libro de texto; un buen manual de derecho romano; un libro escrito al calor de las explicaciones profesorales, sintiendo las necesidades y las conveniencias del alumno, y la búsqueda en todo momento de facilitar, sistematizar y racionalizar al máximo la materia. Y ahí, precisamente, descansan algunas de sus bondades, sin que en ningún momento ponga en peligro el rigor científico del romanista....