Heredero de Alfonso Reyes y de Octavio Paz, Adolfo Castañón sabe muy bien que la inspiración no se encuentra reñida con la critica, ya que la una se compenetra con la otra y juntas de enriquecen y alimentan mutuamente, lo que le ha permitido ir forjando, de manera paralela a su poesía, una amplia y profunda obra ensayística que partiendo de la orilla hispanoamericana se asoma a la alta torre del Señor de la Montaña e inicia un recorrido itinerante por las letras francesas, españolas, alemanas, europeas y norteamericanas en el que al lado de los grandes nombres Voltaire, Malraux, Goethe, Kafka, Hawthorne, etc. aparecen otros menos conocidos y no siempre pertenecientes al campo de la literatura, que su omnívora curiosidad lectora le ha deparado para entablar ese diálogo imaginario que engendra la literatura, en el que se destacan especialmente las conversaciones sostenidas en el espacio y en el tiempo. Se trata de una apasionante travesía por el océano de la literatura que abarca más de 20 libros reunidos en seis volúmenes; que con sus peregrinajes y experiencias literarias acaban por conformar sin proponérselo, como señala el mismo autor, un mapa de fuentes y veneros, en croquis de esos lugares vocativos de iniciación, sacrificio y consagración por el arte y la forma, que señalan su forja de poeta. Se trata de una apasionante travesía por el océano de la literatura que abarca más de 20 libros reunidos en seis volúmenes; que con sus peregrinajes y experiencias literarias acaban por conformar sin proponérselo, como señala el mismo autor, un mapa de fuentes y veneros, en croquis de esos lugares vocativos de iniciación, sacrificio y consagración por el arte y la forma, que señalan su forja de poeta.