El autor argumenta en su planteamiento la paradoja del fútbol como una “guerra simulada” o “simulacro de combate”, siendo su función principal “regular la violencia” o “liberar tensiones acumuladas”. Es por eso que cada vez que como hinchas estamos mirando un partido, ya sea en las gradas de un estadio o frente al televisor, sin darnos cuenta somo cómplices de la simulación y e simulacro histórico entre dos equipos: el de los profesionales del fú...