El ingreso de Venezuela, la pequeña Venecia de Américo Vespucio al siglo XX, en cuyos balbuceos primeros ve luz el diario El Universal de Caracas, fundado hace cien años por el poeta Andrés Mata y por Andrés J Vigas, fija, sin exageraciones ni omisiones injustas, el momento mismo de la fragua y estructuración final de nuestro estado nación y de su modelo republicano; y, más luego, en un camino inverso al dictado por la historia de la madre patria, es el punto de ignición para nuestra conformación social como pueblo y como sociedad, en otras palabras, para el logro de nuestra identidad nacional a la fuerza de mezclar y de diluir ambiciones de poder antes que mixturando particularidades étnicas, raciales o religiosas.