Puesto que la formación cognitiva y la apetencia del conocimiento son procesos que se inician desde edad temparana y se van modulando paulatinamente durante la infancia y la pubertad, tenemos la hipótesis de que -más allá de las aptitudes individuales- las capacidades reales de los profesores para fometar en los niños y las niñas los saberes y los deseos de aprenderlos son el producto de, al menos, dos factores externos: primero de las directrice...