Ya en la Roma clásica la destrucción de monumentos y símbolos era una forma de borrar de la historia a los enemigos que habían sido derrotados. En épocas más recientes, esta práctica ha adquirido otro significado las estatuas de Colón, Lenin o Sadam Husein han sido expulsadas de los lugares donde una vez se alzaron, convirtiéndose en una reivindicación por el respeto a la nueva ciudadanía que no quiere esa carga. El historiador del arte y period...