Dispersos en sus carpetas, diarios, cancioneros y cuadernos y, con especial decisión, en las solapas de sus libros, los poemas de Alfredo Bernal Villegas relampaguean, se muestran y ocultan, como señales de una invasión incontenible. Ese es su más característico rasgo, y por consiguiente, la demostración inequívoca de que forman parte de un itinerario vital y no son solamente los rezagos escrupulosos de un oficio. Antes que una selección de tex...