Se dice, con alcance de experiencia objetiva, que la historia debe conocerse para que no se repita. El derecho penal actual se bate en una encrucijada, puesto que sus bases liberales parecen horadarse cada vez más, lo cual ya no toca solo temas como la favorabilidad, la estricta tipicidad y problemas de inversión de la presunción de inocencia, sino algo todavía más nefasto, que desdibujaría el paradigma que separa la Edad Media de la Modernidad: ...