Al contrario de otros analistas, para los autores de la obra los impropiamente desertores de la escuela, son los visibles excluidos. Los verdaderos desertores, mucho más numerosos e incontables, han andado invisibles hasta ser descubiertos y nombrados como desertores del conocimiento en la propuesta que dio origen a esta investigación durante el cambio de siglo. A través de los capítulos interiores, este concepto puesto en juego en la vida escolar, se ha enriquecido sin cesar. Distinguir la deserción del conocimiento escolar de la exclusión del sistema educativo (llamada también deserción física) llevó inicialmente a los autores a separar estos procesos y, después, a ir encontrando sus intrincados y necesarios nexos.La posibilidad de ver la deserción del conocimiento se basa en la mirada pedagógica. Solo en el interior de los salones de clase, conviviendo con los asistentes e interpretando el significado de los rituales pedagógicos que allí se ofician, a través de la observación y de la conversación con los estudiantes y los profesores involucrados, se descubre que, dependiendo de la materia académica y del profesor (lo que conlleva toda la complejidad de relaciones entre personas, medios, métodos, tendencias y estilos pedagógicos), los estudiantes atienden al conocimiento que el ritual convoca o se evaden mentalmente hacia otros mundos que demandan su interés existencial o simplemente lúdico o banal.La posibilidad de ver la deserción del conocimiento se basa en la mirada pedagógica. Solo en el interior de los salones de clase, conviviendo con los asistentes e interpretando el significado de los rituales pedagógicos que allí se ofician, a través de la observación y de la conversación con los estudiantes y los profesores involucrados, se descubre que, dependiendo de la materia académica y del profesor (lo que conlleva toda la complejidad de relaciones entre personas, medios, métodos, tendencias y estilos pedagógicos), los estudiantes atienden al conocimiento que el ritual convoca o se evaden mentalmente hacia otros mundos que demandan su interés existencial o simplemente lúdico o banal.