Cuando Diego León Giraldo llegó al cine colombiano, en el país se hacían documentales geográficos y estilizantes. Tenía 25 años (Sevilla Valle, 1940), era periodista, líder universitario, estudiante de sociología y antropología, nadaísta por afinidad, algo de hombre de teatro, bastante de poeta y lector sin remisión. La carcajada de treinta y dos dientes y una vitalidad enfermiza ya le eran características. Empezó a filmar Camilo Torres el mismo ...