Afuera hay guerra, hambre y pobreza, pero aquí solo importa una cosa, revolucionar al mundo con los autos. Una mañana de 1798, en plena Revolución francesa, Philippe Lebón marcaría, sin saberlo, los cimientos para la construcción del primer motor de automóvil. Con el transcurrir del tiempo, se experimentaría una carrera en la producción de la briosa industria automovilística, tal y como lo narra Iliá Ehrenburg. quien, a lo largo de estas páginas,...