Este libro profundiza en el campo de la intersección entre los derechos y la economía de mercado, y permite adentrarse en el complejo mundo de nuevas médulas en las viejas estructuras del Estado, la sociedad y el sujeto; ahonda respecto a cómo el sujeto del capital ahora es el encargado de producir una explicación de lo que ocurre en la realidad que corresponde a sus designios, e integra fragmentos teóricos y prácticos de las fases anteriores del desarrollo capitalista, que crea al neoliberalismo como la fase superior del liberalismo, que es superado en la práctica, aunque sus bases continúen vigentes. El mercado se constituye en el medio eficaz a la hora de realizar derechos para los propietarios, en tanto la libertad de mercado impide la libertad del sujeto excluido, que recurre a la idea de dignidad como su fuente de derechos y resistencias. La negación del sujeto excluido bloquea la creación de ciudadanía y reduce la soberanía de los pueblos, mediante la cual se han creado sociedades con tejido colectivo. La organización social y política reconoce solo la ciudadanía del propietario, quien fortalece el autoritarismo como vía para controlar y vigilar la sociedad de excluidos, en función de los flujos del capital. Las políticas que llegan al sujeto excluido se formulan sobre la sustancia aceitosa de la guerra, que conduce hacia privatizaciones. El neoliberalismo encuentra en el aparato de Estado la arquitectura de poder que necesita para reproducir las técnicas de dominación, las ajusta a las nuevas condiciones y desde ahí avanza en sus propósitos. El cometido del neoliberalismo no es destruir el Estado, sino hacerse al control de la médula de sus estructuras, incluida la adhesión de los gobiernos locales a sus dictámenes. Las reglas del mercado eliminan las responsabilidades sociales anteriores de la economía y de paso las anteriores responsabilidades políticas del Estado con la sociedad.El mercado se constituye en el medio eficaz a la hora de realizar derechos para los propietarios, en tanto la libertad de mercado impide la libertad del sujeto excluido, que recurre a la idea de dignidad como su fuente de derechos y resistencias. La negación del sujeto excluido bloquea la creación de ciudadanía y reduce la soberanía de los pueblos, mediante la cual se han creado sociedades con tejido colectivo. La organización social y política reconoce solo la ciudadanía del propietario, quien fortalece el autoritarismo como vía para controlar y vigilar la sociedad de excluidos, en función de los flujos del capital. Las políticas que llegan al sujeto excluido se formulan sobre la sustancia aceitosa de la guerra, que conduce hacia privatizaciones. El neoliberalismo encuentra en el aparato de Estado la arquitectura de poder que necesita para reproducir las técnicas de dominación, las ajusta a las nuevas condiciones y desde ahí avanza en sus propósitos. El cometido del neoliberalismo no es destruir el Estado, sino hacerse al control de la médula de sus estructuras, incluida la adhesión de los gobiernos locales a sus dictámenes. Las reglas del mercado eliminan las responsabilidades sociales anteriores de la economía y de paso las anteriores responsabilidades políticas del Estado con la sociedad.Las políticas que llegan al sujeto excluido se formulan sobre la sustancia aceitosa de la guerra, que conduce hacia privatizaciones. El neoliberalismo encuentra en el aparato de Estado la arquitectura de poder que necesita para reproducir las técnicas de dominación, las ajusta a las nuevas condiciones y desde ahí avanza en sus propósitos. El cometido del neoliberalismo no es destruir el Estado, sino hacerse al control de la médula de sus estructuras, incluida la adhesión de los gobiernos locales a sus dictámenes. Las reglas del mercado eliminan las responsabilidades sociales anteriores de la economía y de paso las anteriores responsabilidades políticas del Estado con la sociedad.