?Pensar la relación entre educación, política y subjetividad significa poner en el centro de la comprensión del mundo a la narración, lo cual no es otra cosa que volver sobre nuestras propias experiencias individuales y colectivas, sobre la manera como las recordamos y les otorgamos significado compartido. Justamente cuando narramos a otros y con otros es cuando el pasado, especialmente el doloroso?la muerte de los seres amados, la tortura, la discriminación, la exclusión social, la desigualdad y otras formas de violencia padecidas?, nos saca del aislamiento y nos permite reconciliarnos con un sentido amplio de humanidad y con sus múltiples posibilidades. (?) Los escritos que componen este libro constituyen un esfuerzo por conciliar reflexión y sensibilidad. Estos pretenden pensar, narrar y vincular nuestras propias historias y búsquedas con las de quienes han sufrido daño en nuestra sociedad. En suma, se trata de redoblar la apuesta por una educación distinta, por una formación centrada en el sujeto de derechos, en la convivencia pacífica y en la equidad?.