Estas palabras carecerían de sentido si al comenzar a leer el presente libro no aceptamos que hacemos parte de una generación a la que el suplicio de las víctimas que ha dejado la guerra,una guerra que terminamos aceptando en la vida y negando o confundiendo en el lenguaje,recorre sus más remotas emociones.Quizá porque no lograremos,hasta el confín de nuestros días,concebirnos sin los ausentes,los desterrados,los torturados,los separados de los o...