Es difícil educar a las generaciones que han nacido en un mundo hiperactivo y diseñado tecnológicamente. Sin embargo, los seres humanos somos la única especie capaz de enseñar a su descendencia a ser felices. La evolución ha diseñado nuestros cerebros para adaptarnos, interactuar y conectar con otros desde la bondad. Es hora de transformar la educación y derribar los argumentos que sobrevaloran la importancia de los logros, el individualismo y la...