No es fácil proponer una formación en valores, mas allá de todo lo que se ha dicho y escrito sobre el tema, del prestigio que goza y de estar en boca de todos, seguimos en un modelo educativo que promueve lo académico en detrimento de lo formativo, que ha olvidado que el acto es educar es, en sí mismo, un complejo proceso de transferencia de valoresDe allí que el presente libro sea un aproximación a las inquietudes más comunes entre los docentes que tienen la gran responsabilidad de educar en valores. Sabemos que ellos pueden ser los constructores de ilusiones o los castradores de libertad. En sus manos recae la tarea de no hacer del acto educativo una simple faena de cumplo y miento, sino que su misión está en hacer de ese momento una ocasión propicia para vivir los valores en lo que se creen.