Uno de los retos que tengo como ciudadano y aún más como abogado es contribuir a que el Derecho no sea ajeno a la realidad. Las nuevas tecnologías de las que, en muchos casos, disponemos a diario no deben ser un obstáculo para la vida misma, sino que deben convertirse en instrumentos para nuestro propio crecimiento y el de la sociedad. Por lo anterior, una vez iniciado mi curso de doctorado en el año 2001, emprendí una tarea bastante complicada: ...