Demasiado a menudo olvidamos que un ser que habla es también un ser capaz de «producir silencio», y para recordarlo están los tratados de retórica de los siglos XVI y XVII. El arte de hablar es sin duda un arte excelente, pero ¿quién nos enseña el arte de guardar silencioParadójicamente, constituye otro capítulo del , del cual ha sabido asimilar todos los fines prácticos; pues no se trata simplemente de callarse, sino de una inducción más sutil: ...