No hace falta sentirse un maestro ni considerarse un sabio para buscar la verdad, y mucho menos para empezar a pensar. La verdadera sabiduría no es algo reservado a los estudiosos, a los trabajadores del intelecto, a los místicos ni a los filósofos. Tampoco es la posesión de una serie de verdades indudables y eternas que resuelvan de una vez por todas nuestros problemas existenciales. El exitoso terapeuta y escritor Jorge Bucay considera, por el ...