Nunca como ahora el mundo se ha sentido tan amenazado; los asaltos terroristas atemorizan a todos, incluso a quienes se sentían a salvo por vivir en el mundo libre, en los países más desarrollados y poderosos. Con el ataque al World Trade Center, el 11/S, el odio alcanzó sus extremos; el terrorismo volvía para mostrar como novedades su capacidad destructiva y su uso como táctica de lucha contra el hermano, “el otro”, el que estaba allí pero había...