Para comprender qué es el delincuente en la democracia cabría principiar, aunque resulte obvio, por adherir a dos concepciones que en los hechos no son nada fáciles de plasmar: la democracia como sistema político esencial, y el delincuente como persona y ciudadano dentro del Estado de derecho. La interrelación resultará rápida, estrecha, cuando se es demócrata. Lo que implica aceptar de antemano que la democracia con todas sus dificultades, sinra...