Lo que es cierto para los hombres que viven en prisiones sobrepobladas también lo es para los hombres que viven en las enormes instalaciones de aquellas modernas naciones, cuya innegable dimensión se ha convertido en la causa de las presentes dificultades. En consecuencia, justo como en el caso de los campos de prisioneros coreanos, la solución a los problemas que enfrenta el mundo, como un todo, no parece estar en la creación de unidades sociale...