Pude disfrutar el despliegue de un lenguaje ambicioso en el cual la felicidad de nombrar, tambi?n invoca. Su instrumento no es el arp?n, ni el sedal de un solo anzuelo, es la red, su tejido atrapador. Situadas las historias en territorios marinos los viejos elementos, mareas, corrientes, tormentas renuevan su pacto con la tierra, el cielo y los seres humanos, inermes ante los rostros infinitos del bramido en movimiento que fue separado. La natura...