En el misterioso universo de los sueños no operan las reglas de la realidad, y pese a ello, al despertar esperamos encontrarle sentido a lo soñado; y a sabiendas del riesgo de trasponer el umbral de la locura, operamos engolosinados las claves, hasta agotar cada trayecto onírico; en esa urdimbre fue tramada esta alegoría, y en ella no hay concesiones a las normas literarias o lingüísticas, ni a los preceptos lógicos....