En noviembre del año pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos expidió dos sentencias condenando al Estado Peruano por violación de derechos humanos. Las reacciones que ellas han suscitado no han sido curiosamente similares. La notoria «resignación» con la que se recibió la sentencia del Caso La Cantuta, contrasta con las reacciones airadas del gobierno de turno y la de ciertos sectores conservadores de la sociedad civil, con la expedid...