La creciente importancia que tiene la regulación en las agendas políticas públicas nacionales y trasnacionales se debe, en buen medida, a la rápida difusión global del modelo de estado regulador. Sin embargo, veinticinco años después de que la Constitución Política adoptara la regulación como la herramienta para gobernar la economía, es poco lo que sabemos sobre la forma como funciona, no solo en las normas jurídicas sino también en la práctica, el estado regulador colombiano. Los artículos reunidos en esta obra, por una parte, sugieren que antes de ofrecer fórmulas y soluciones debemos entender, a través de análisis contextuales capaces de reflejar las particularidades de los regímenes reguladores locales, la dimensión de la crisis del estado regulador en Colombia. Y, por otra, ofrecen algunas lecciones que el diseñador de políticas públicas puede tener en cuenta al momento de avanzar hacia un fortalecimiento del estado regulador en Colombia.