(..)Imagino a Roberto en ese ultimo año de su vida, escribiendo este libro, sin saber de manera consciente que seria un hijo intelectual que nacería al mundo sin la presencia de su padre, pero, de forma inconsciente, me atrevo a pensar que se estaba despidiendo de si mismo y de sus amigos de ficción. De allí ese tono de complicidad con que nos conduce a sus lectores (). Todos sus escritos son verdaderas conversaciones entre Roberto y los persona...