El tiempo, componente indispensable de muchas fórmulas matemáticas y funciones físicas en la vida cotidiana, es algo que no podemos ver, oír, oler, probar o sentir. Sin embargo, desde los pueblos primitivos hasta nuestros días, su medición ha preocupado de manera persistente al hombre. De esta necesidad son testimonio irrefutable tanto los relojes de agua o arena como los relojes atómicos o electrónicos, cuya finalidad, medir el transcurso del ti...