Bajo este título ha escrito Arturo Abella un libro ciertamente delicioso. De la estirpe de El Carnero de Rodríguez Freile, se diferencia de éste que es una crónica maliciosa y juguetona de la primitiva vida colonial, en que refiriéndose a hechos históricos, no puede considerarse obra de historia. El de Abella sí lo es, por la copiosa documentación en que está fundado y por el cuidadoso análisis de los hechos a que se refiere....