En el Libro del Tao, Lao-Tsé nos señalaba el misterio del vacío como retorno a la esencia de la vida. Si nos retiramos a la calma, a la no acción, a la no resistencia y al silencio, los problemas pueden acabar resolviéndose por sí mismos. Para reencontrarnos con el placer en lo más pequeño e inmediato hemos de aprender a volver aquí, a regresar del viaje de la mente. Nuestro mundo se nos ha hecho pequeño porque nuestra mente está demasiado ocupad...