En El gran solitario de Palacio, y esto es el aspecto donde Avilés Fabila se muestra tan dueño de la narración poética como de la ironía, hay escenas que todos recordamos, de violencia, de desesperación, de impotencia. Porque olvidarlas, tomarlas como una "pesadilla" de la que ya hemos despertado, sería ignorar que fueron producto de una realidad que exige satisfacción a sus más apremiantes problemas. En estas escenas se muestra la violencia de s...