Siempre hay seres humanos detrás de nuestras acciones. Por ejemplo, al publicar mis libros he sentido que sería muy bueno que Alfonso y José Vicente González dijeran que estaban agradables. El último murió en 1932. Me falta un ala. Este es para Alfonso. Aparecen tantos jóvenes y mueren tantos colegas de juventud, que estoy medio muerto, por lo menos se me quita el miedo a la muerte. Las nuevas juventudes son como nuevas visitas, con quienes no en...