Cuando Jardiel entregó a la imprenta sus tomos recopilatorios de piezas cortas -El libro del convaleciente y Exceso de equipaje- eligió escritos que había publicado en diversas revistas durante los años veinte y treinta, desechando el resto. Resultaba imposible publicarlos todos -eran más de mil- y el autor no tenía entonces copia de todos ellos. Entre aquellos escritos hallamos muchos de gran calidad literaria. Damos ahora a conocer a sus lector...