Poeta viajero, Alberto Blanco reinterpreta la tradición naturalista que, bajo fórmulas científicas y asombros de travesías, a lo largo de los siglos se dedicó a describir el prodigio de paisajes desconocidos encerrados en cada uno de sus hallazgos -las plantas en primer término-o Los apuntes surgidos de esos periplos de hombres ilustrados se tornan ahora registros en verso, estos que se manifiestan en una botánica redescubierta por la poesía de B...