Si se busca una persona en la que quepan todas las más censurables condiciones del alma humana, no dudemos de que Harry Haller es un claro ejemplo de ello: egoísta, violento, antisocial, rebelde, descreído de todo, resentido con todos. Su solitaria vida, en la que se dedica de lleno a hacer una profunda reflexión de la condición humana y una aguda crítica a la sociedad, es el reflejo de un alma atormentada, desorientada y llena de angustia, que b...