Encuentros y despedidas resumen nuestra vida. De un libro leído nos podemos despedir. pero nunca olvidar, en especial cuando sus personajes se asemejan a nosotros, a nuestra historia y a los que vivimos más acá de la universalidad de los clásicos. Hallamos en El miedo tiene los ojos grandes personajes y situaciones cercanas que se tornan inverosímiles por el peso de su relato. Los personajes de este libro son como cualquier tipejo que podemos encontramos a lo largo de nuestra vida. Mujeres resignadas hombres fatales componen los relatos de este libro ... La escritura de Ana es visceral urbana, dcvela las grietas humanas de la ciudad, de los personajes hacia el lector, y no al revés. Después de su lectur, cada cuento invita a salir de noche para perderse en los andenes, o, por el contrario, quedarse en la cama rehuyéndole a la calle y con las cobijas encima: emprender un sueño incierto, o levantar una botella que no se quebró en la caída. Cada relato, por filosófico, poético y literario, es más nuestro.