En este libro el autor se interroga acerca de una diferencia que ha cobrado vigencia en el pensamiento político reciente: la diferencia entre la política y lo político.El autor busca demostrar que la distinción entre ambos conceptos es un indicador del fundamento ausente de la sociedad, pero no la ausencia de todo fundamento. Si bien la política es un proceso con final abierto, sin un principio ni un fin predeterminados, lo político es el momento de un fundar, aunque parcial, contingente y efímero.De este modo, traza una genealogía de la diferencia política, desde que Carl Schmitt la estableciera por primera vez. Luego analiza, mediante un enfoque comparativo, cómo dicha diferencia opera en los abordajes contemporáneos originados en el heideggerianismo de izquierda.Tomar conciencia de las implicaciones filosóficas y políticas de la diferencia política ayudará a manejar, teórica y prácticamente, el hecho peculiar de que la sociedad es infundable y, no obstante, la dimensión del fundamento no desaparece sin dejar huellas, afirma el autor. Y, dado que esa diferencia es ontológica, no puede ser objeto de la ciencia política, sino de una teoría política con una perspectiva filosófica como la que aquí se presenta.El autor busca demostrar que la distinción entre ambos conceptos es un indicador del fundamento ausente de la sociedad, pero no la ausencia de todo fundamento. Si bien la política es un proceso con final abierto, sin un principio ni un fin predeterminados, lo político es el momento de un fundar, aunque parcial, contingente y efímero.De este modo, traza una genealogía de la diferencia política, desde que Carl Schmitt la estableciera por primera vez. Luego analiza, mediante un enfoque comparativo, cómo dicha diferencia opera en los abordajes contemporáneos originados en el heideggerianismo de izquierda.Tomar conciencia de las implicaciones filosóficas y políticas de la diferencia política ayudará a manejar, teórica y prácticamente, el hecho peculiar de que la sociedad es infundable y, no obstante, la dimensión del fundamento no desaparece sin dejar huellas, afirma el autor. Y, dado que esa diferencia es ontológica, no puede ser objeto de la ciencia política, sino de una teoría política con una perspectiva filosófica como la que aquí se presenta.De este modo, traza una genealogía de la diferencia política, desde que Carl Schmitt la estableciera por primera vez. Luego analiza, mediante un enfoque comparativo, cómo dicha diferencia opera en los abordajes contemporáneos originados en el heideggerianismo de izquierda.Tomar conciencia de las implicaciones filosóficas y políticas de la diferencia política ayudará a manejar, teórica y prácticamente, el hecho peculiar de que la sociedad es infundable y, no obstante, la dimensión del fundamento no desaparece sin dejar huellas, afirma el autor. Y, dado que esa diferencia es ontológica, no puede ser objeto de la ciencia política, sino de una teoría política con una perspectiva filosófica como la que aquí se presenta.Tomar conciencia de las implicaciones filosóficas y políticas de la diferencia política ayudará a manejar, teórica y prácticamente, el hecho peculiar de que la sociedad es infundable y, no obstante, la dimensión del fundamento no desaparece sin dejar huellas, afirma el autor. Y, dado que esa diferencia es ontológica, no puede ser objeto de la ciencia política, sino de una teoría política con una perspectiva filosófica como la que aquí se presenta.