LA PRIMERA INVERSIÓN EN BOLSA de mi vida fUe una auténtica porquería. A principios de los años sesenta, mi padre me compró cuatrocientas acciones de Polo ron Products. Nunca averigüé por qué decidió hacerlo ni con qué fin. Pero adopté la costumbre de mirar el precio cada mañana. (Lo creas o no, en los remotos tiempos de mi juventud, la tecnología era tan primitiva que la gente confiaba todavía en los periódicos para descubrir lo que había hecho e...