El hombre engendra las ideas, pero éstas adquieren rápidamente autonomía. Ordenan, exigen, despliegan una energía fabulosa. La autora interpreta la función crítica de la filosofía como la tarea de desocultamiento del proceso de producción histórico-social de aquellos conceptos que, como núcleos sacralizados, sostienen la dinámica de una época. Estos supuestos no son visibles, pero estructuran lo visible. Se autoinstruyen por un olvido de su propi...