La historia que aquí se cuenta es real, los nombres de los personajes son ficticios. Esa frase, o una similar con alguna variante, acompaña muchos libros. Se podría decir que una muletilla a la cual recurren con frecuencia el cine y la literatura. A veces como advertencia, en otras como anzuelo para el desprevenido lector. Aquí se trata de una verdad, de una tremenda historia real, que merece ser contada y leída, en la cual participaron mucho hom...