Esta reflexi?n ha estado motivada por una lectura atenta de la tercera parte del Discurso del m?todo de Ren? Descartes, y por una serie de inquietudes surgidas de los mensajes que los hombres de nuestro siglo han emitido a trav?s de nuevos textos que reclaman sitio de honor a los ya ca?dos en desuso, conferencias que multiplican el sentido apenas ensayado en la letra muerta, entrevistas que confiesan las perturbaciones que no fueron traducidas a ...