Para ver hay que mirar. Hasta ahora, en la historia de la pintura que nos han contado, las mujeres desempeñaban un papel menor: son solo musas, meros objetos a los que plasmar en el lienzo. Así, las grandes mujeres que ejercieron como artistas por derecho propio apenas se mencionan en una nota al pie, y sus figuras quedaron arrinconadas por las de sus colegas varones. Hemos oído hablar de Caravaggio y Monet, pero, aún hoy, nombres como Berthe Mor...